jueves, 9 de septiembre de 2010

Cuando ya nada más importó

El cielo y la luna fueron los testigos de mi primer juramento, sobre el hermoso cielo estrellado marque a fuego en mi corazón volviendo el deber mi camino con el fin proteger hasta el final el ideal que guardaba celosamente esa persona tan especial junto a mí; desde ese día, firme a la convicción de lealtad en ese vinculo tan especial que nos unía el uno al otro, luche la guerra mas larga, camine por senderos llenos de espinas y sangre hasta olvidar el porque; pero nunca di un paso atrás. Sacrificio y felicidad en iguales dosis resumirían ese largo trayecto que robo parte de mi juventud, cuando compartíamos esa visión y pensamos en un futuro mejor
Pero aquí me encuentro hoy frente a ti, años después con la promesa cumplida finalmente; éxito y satisfacción debería sentir luego de finalmente alcanzar esa estrella tan lejana, el preciado legado que me confiaste, pero tu no ya no estas más aquí conmigo y solo puedo dejar una rosa en tu descanso.
Los minutos siguientes ahogaron mi ser en el vació infinito, cerré mis ojos y solo encontré incertidumbre en el futuro y la idea de cesar mi existencia, que se repetía con eco.
En vida fui el caballero que protegió a toda costa ese bien tan preciado y efímero como es tu recuerdo, pero el mundo cambio y siento que ahora nadie es digno de mi confianza, esas estatuas del pasado coronadas en laureles se encuentran envueltas en sombras y atadas al día.

Sin amo(r) ni razón, solo puedo pensar que harías en mi lugar y finalmente caigo de rodillas por primera vez, gritando por tu recuerdo tan pesado y lejano que rasga mi alma cada segundo; gotas caen al suelo desde mi rostro y durante el cambio de una manecilla a otra fui el mas miserable sobre la tierra, mientras tanto la noche, sin poder soportar mi sufrimiento, se ilumino piadosamente agasajándome con una lluvia de estrellas tan magnifica y fugaz borro todo ese mal que guardaba y se grabo en mi con tanta pasión que miles de emociones se disparan cuando me remito a al hecho.
Ahora estoy ahí, junto al cielo vació sin estrella, solo y en compania de la noche que al susurrar unas palabras me confió la respuesta final, en agradecimiento cuide de ella hasta encontrarme con el amanecer, fue ahi cuando realice la última promesa pero esta vez frente al sol y el cielo, jure vivir por mi mismo hasta encontrar la respuesta a esta pregunta llamada vida