El destino de Alphonse
-“El cielo se fundía con el mar, hermanando las estrellas del cielo y creando dos lunas de tamaños asombrosos como los luceros con los que me miras”. Ja, justo hoy que me encuentro poeta me toca ronda nocturna en el faro (murmullo para mi mientras me acomodo el sombrero)
La noche me encontraba acomodado en una silla inclinada contra la pared matando el aburrimiento con esas revistas de juegos de ingenio al momento que contaba los minutos para el cambio de guardia, solo mis silbidos rompían el ruido de las olas sobre la costa mientras el aburrimiento me estaba ahogando
- “Mamífero carnívoro parecido al lobo y al chacal de América del norte?, talvez entre “jefe”, jaja no es divertido si no hay nadie que se ría de mis chistes; odio trabajar de noche, debería haber dado una excusa en el trabajo y escapado unos días a Provience, almenos vería a mi primo y tendríamos esas viejas charlas que terminaban en algún juego de poker, jajaja gracias a su “ultima mala racha” pague la mitad de mi coche, talvez ahora pueda pagar alguna buena cena a Rachel…” (Exclamé con una sonrisa picara y la mirada llena de nostalgia)
Divague entre pensamientos banales durante unos minutos para darme cuenta que había garabateado todo el crucigrama mientras estaba inmerso en mi mente, comencé a corregir las líneas que accidentalmente marque en el papel cuando extrañamente entre los recuadros de la hoja encontré escrito más de una vez el nombre de Mary, en ese momento no recordé a ninguna señorita conocida con ese nombre, carecía de sentido alguno… en fin. Podría pedir el próximo fin de semana, retirar por fin el automóvil del taller mecánico y en unas horas podría estar en lo de Johny aunque no quisiera caer con los brazos vacíos, que le podría llevar? Si mi “toque” no me falla (pensaba mientras tocaba una piedra extraña que colgaba en mi cuello, debajo de la camisa), creo que un telescopio le gustaría…
La vida concede pocas personas especiales que se mantienen durante todo el transcurso hacia nuestra muerte, entre ella se encontraba mi primo, John Reviere al cual me siento unido de una manera muy especial. Algunos sucesos son difíciles de explicar y aunque no creo en la magia ni en el destino puedo asegurar que algunas cosas están más allá de nuestro entendimiento, lo podrían llamar coincidencia pero se dejarían puntos de vista importantes de lado; preferiría llamarlo “Una jugada del destino”. Todo comenzó hace 20 años
El otoño nos encontraba en el Estado de Virginia, siempre viví en el mismo lugar; un campo no muy alejado del pueblo pero lo suficiente como para estar a medio camino del aire libre. Justamente en esa época del año siempre me encontraban mas entre la naturaleza que en el poblado, el castaño en la copa de los árboles y ese crujir de las hojas al caminar el sendero entre el bosque lograban que escape en mas de una ocasión de los deberes; nunca fui un ganador con las damas pero me la he sabido rebuscar, ocasionalmente llevaba a alguna chica a un pequeño claro cerca del río, el piar de los árboles y la combinación de colores creaban un espacio sin duda mas que inspirador y sumado a mi guitarra (que pese a mi rustica habilidad con ella) lograban maravillas con esas jóvenes facilitándome el cautivarlas, pero que buenas épocas!. Recuerdo que yo era la viva imagen de mi Tio en ese entonces,regordete y de cabello rubio mientras que mi primo se parecia a mi padre, cabello oscuro y prolijo con grandes lentes sobre los ojos;jaja era realmente curioso de vernos juntos.
Resulta que un fin de semana vino el Tío Richard junto con Johny al cual veía normalmente en vacaciones de verano, pese a la diferencia de edad (yo tenia 16 años en ese entonces y él 4 menos) pase largos días con mi primo mostrándole los arboles se podía ver todo valle y cuevas escondidas en el bosque, enseñándole como cazar liebres y obtener miel de la manera “astuta”; pero a pesar de mi esfuerzo el parecía distante, ido, como si echara de menos su casa por ello me encargué de llevarlo a ese lugar secreto que me había encontrado hace poco,un lugar el cual no pueda ignorar.
Cerca de la arbolada mas densa y rodeando una pequeña montaña se escondía entre maleza la entrada a una caverna ya olvidada, moviendo unas especie de lianas que colgaban y tapaban el hueco ingresamos con ansias, similares a la de los arqueólogos cuando descubren alguna reliquia perdida
Aun era de día afuera pero rápidamente se fue perdiendo ese reflejo con el avanzar dentro, y ya con unos minutos el camino se volvió resbaloso por el barro y las heces de murciélago que comenzaban a viciar el aire; con un pañuelo nos tapamos la nariz y luego de pasar la parte donde habitaban estos animalejos busque luz en mi bolsillo;
Con la ayuda del encendedor que había comprado hace poco pudimos avanzar, siguiendo de izquierda a derecha casi perdiendo el camino de vuelta, giramos en las esquinas de los recovecos que se formaban entre las estalactitas y a veces necesariamente volvimos sobre nuestros pasos por el avanzar dificultoso en ese estrecho laberinto. Incansablemente mi primo me preguntaba en voz baja cuando finalmente llegaríamos, pero yo callado me concentre, tratando de escuchar el llamado débil de aquel chirrido que me ataba hacia el santuario; al cabo de 15 minutos de caminata cuesta arriba encontramos finalmente el lugar, el cual escondía celosamente una gran roca triangular que tapaba parcialmente la entrada a un pasillo muy estrecho que se una con una extraña escalera caracol de piedra, el aire se volvía más denso y el temor de Johny crecía más y mas así que apreté fuerte su mano y le susurre que era realmente tarde para volver, debía conocer el secreto.
Bajamos con extremo cuidado, esquivando escalones rotos y pedazos de piedra, llegando al cabo de unos metros ante una sala circular de la cual resaltaba restos de huesos viejosy una puerta de piedra color musgo, aquella poseía escrituras y dibujos de animales nunca ante vistos, estaba más allá del entendimiento; lo que si se distinguía era algunas estrellas de cinco puntas talladas con un ojo dentro alrededor. Obligando al temeroso de mi compañero, empujamos con todas nuestras fuerza ese portón de piedra pero a pesar de nuestros esfuerzos apenas llegamos a moverlo un poco menos de medio metro antes que se termine atorando. Desde dentro emanaba un olor a musgo y sal que molestaba realmente, mi primo me miraba con algo de miedo así que retrocediendo unos pasos comencé a llamarlo.
-“Ven pequeño, hemos llegado”
-"A quien le hablas Alphonse?"
-"A quien quiero que conozcas, él es un poco tímido nunca abandona su hogar"
-"No es peligroso acaso?"
-"No te preocupes, el no puede abandonar el santuario a menos que le abran completamente la puert…"
¡CRiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Criooouuuuuuu!!!
El grito me estremeció, trastabillando hacia atrás hasta caer al piso mientras que Jhony en pie, estaba pálido y no reaccionaba, yo saque de mi mochila un poco de comida y se la acerque con cuidado al hueco de la la puerta
Cruoooo? crooo cruuuuuuuuu
Dijo, mientras estiraba un huesudo brazo por la puerta y arrebataba rápidamente la comida del suelo
-Ves, no sucede nada. No hay nada que temer
-Quiero salir de aquí? Como puede decir eso?
-A ti no te hablaba, vamos, acércate así mi primo puede verte
Y con cautela se asomo un pequeño ojo colorado que brillo arduamente mirando frenéticamente el exterior, Johny no pudo alejar sus ojos de esa pupila que observaba aunque retrocedió hasta la pared detrás la protección de la oscuridad, con un poco de insistencia y haciéndole prometer que no nos dañaría me aventure a destrabar el portón pero el pequeño John luego de gritar y llorar no lo soporto y cayo desmayado.
Al día siguiente encontré a mi primo en su habitación, realmente no recordaba nada del suceso y me preguntaba que había pasado; yo le respondí “Ayer conociste algo que no cualquiera podría entender, algún día volveremos cuando estés mas preparado pero por ahora acepta este regalo que te envía nuestro amigo” y partí una pequeña piedra triangular que guardaba en mi bolsillo la cual nos mantendría unidos de por vida.
Y así fue que hasta el día de hoy conservamos ese recuerdo aunque él ignore de donde provino
Asi pase una hora entre pensamientos y reflexiones, para cuando quise darme cuenta mi ronda habia terminado y me preparaba a retirarme a mi casa cuando vi una extraña mancha en el cielo
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