Hoy nos encontramos aquí en esta pequeña sala, alumbrada por velas y rodeada de miles de botellas rescatadas de entre los 7 mares, cada una atesorando un cuento único. Por siglos, bajo la mirada de la luna y el abrigo del mar han sido celosamente guardados, tomados por perdidos y olvidados; pero a pesar de lo que se cree nunca vagaron sin rumbo ya que están atados por hilos invisibles que unen un gran hecho a buen oyente.Ahora estas aquí, déjame agasajarte con una historia, estas listo?
domingo, 16 de diciembre de 2012
Retazos desde el otro lado
jueves, 13 de diciembre de 2012
Retazos desde el otro lado
El foso, Día 25
Para el pobre Thomas no podía haber dolor mas grande que el de poseer una mente libre atrapada en un cuerpo cautivo; él, quien había sido arrastrado a la fuerza de su pasado como jefe de la familia Lockward, había aceptado finalmente su papel de prisionero y con ello varias cosas comenzaron a cambiar. No solo sentía el cambio en su cuerpo, el cual comenzaba a prescindir de los banquetes del ayer para adaptarse a las escasas condiciones alimenticias actuales, sino también en su mente y sus sentidos. La vista y el oído se habían vuelto mucho más agudos en poco tiempo, semanas a la sombra lograron que pudiera distinguir claramente diferentes tonos de sombras así como los eternos momentos de soledad ayudaron a poder distinguir sonidos hasta los mas leves sonidos y estimar casi con exactitud de donde provenía cada uno. Claramente esta adaptación era completamente negativa, ya que podrían servir en caso de encontrar la salida de ese maldito lugar, pero mientras tanto no podía más que seguir atento y expectante.
-“¿Puedes creerlo? Este polvo se agarra con tal fuerza que no se quita fácilmente. Mi esposa se queja cada vez que le llevo la ropa del trabajo, dice que tiene que dejarla toda una tarde en el río para que se despegue el polvillo.”-
Ambas miradas se cruzaron, casi sacándose chispas luchando para no ceder ante el otro. No duró mucho hasta que el soldado comenzó a reír y respondió
- “Amigo, temo decirte que has perdido tu comida del día. En lo primero tenias razón pero tú confianza te traicionó, aunque has fallado por poco. Y yo que te pensaba traer algo de cordero y vino, tu te lo pierdes.”- Y se alejo esbozando una sonrisa burlona.
Thomas estaba aun mas intrigado, con un poco de sutileza había conseguido valiosa información sobre el lugar aunque se preguntaba que más había por saber de allí. Tenia una extraña sensación de que no importaba cuantos años pasar allí, detrás de esos derruidos pisos y paredes siempre encontraría algo por descubrir.
domingo, 28 de octubre de 2012
La Ciudad de los Ángeles Caídos: Capitulo 3
viernes, 7 de septiembre de 2012
Esencia
Nunca antes había sido cautivado de tal manera, no fue una mujer ni un paisaje sino la noche misma quien destruyo y volvió a armar todo mi ser, no fui atrapado de manera parcial sino por completo, me encontraba preso en su fantasía, embriagado ante su indescriptible belleza y paralizado por su magnificencia. Hoy, días mas tarde, puedo decir que no me encontré frente a una escena perfecta, ordenada, sino nacida del propio caos, tan caprichosa como única, delicada como irreal.
Sucedió sobre el final de otro largo y decepcionante día, las últimas horas de oscuridad me encontraba volviendo a mi hogar una calida noche de invierno, tan etérea y ficticia como su naturaleza contradictoria.
Hasta ese entonces ver y mirar me parecían lo mismo, lo interesante sucedió cuando comencé a ver realmente, a centrarme sobre esos detalles que antes no significaban nada en lo absoluto pero intentare no adelantarme. En fin, estaba allí dejándome llevar por un camino que se casi se desplegaba sobre mis pies a fuerza de rutina mientras mi mente vagaba en “quien sabe donde”, no recuerdo sobre que rondaban mis pensamientos pero si el sentimiento que contraje, una sensación extraña, casi de expectación.
A partir de ahí la realidad y fantasía se mezclaron, no puedo asegurar hasta que punto mi historia es cierta pero a partir de allí se produce un quiebre, bajo una tenue luz blanquecina unas chispas danzantes aparecieron de la nada. Su origen fue incierto, no sabría decir si se trataba de un cigarrillo rodando por el suelo o simplemente algún efecto visual, pero sin duda había algo mágico allí; el viento, ausente hasta ese momento, tomó las pequeñas estelas para romper todo orden y pintar, con esos brillos anaranjados y caprichosos, lo que me pareció una puerta a otro mundo.
Mi cuerpo intentó seguir adelante pero mi alma había sido capturada por completo, ella había decidido sin mi consentimiento volverse un espectador. El tiempo se detuvo en medio la acto, dejando las hojas traídas por el viendo suspendidas por el aire, roto su destino de encontrar el suelo ahora decoraban el escenario con su castaño, contrastando espléndidamente con los pequeños destellos blancos del cielo y el azul profundo del mar estelar. No se aun como pero logre girar mi cuerpo pero no pude detener el movimiento, y así gire y gire para observar el mundo como una realidad más allá de uno y todos, mas allá del bien y el mal, similar a una pintura donde cada uno la interpreta desde su postura. La noche había roto las cadenas del orden y se presentaba ante mí con la única cara que nunca me compartió, su rostro lleno de mística belleza.
Hoy me encuentro liberado de ese transe, o mas bien exiliado, expulsado de esa fantasía. Conocí un significado profundo que se me escapa a las palabras, una sensación que seguiré buscando recontrar en cada tormenta de verano o ventisca de otoño, solo espero en algún momento poder reencontrarme con esa magia oculta que celosamente guarda al mundo.
martes, 21 de agosto de 2012
La Ciudad de los Ángeles Caídos: Capitulo 3
martes, 17 de julio de 2012
Retazos desde el otro lado
jueves, 28 de junio de 2012
Retazos desde el otro lado
sábado, 9 de junio de 2012
Retazos desde el otro lado
jueves, 10 de mayo de 2012
Retazos desde el otro lado
viernes, 9 de marzo de 2012
Ella
Dulce pecado es recaer esta noche nuevamente en ti aunque amarga será la culpa cuando llegue la mañana; lamentablemente eso no importa, solo quiero creer en el hoy y ahora. Necio como soy no puedo rechazarte pese a que conozco la cruel rutina, cuando tu cuerpo llegue a mi sentiré ese placer autodestructivo que atará mi pecho entre hilos de plata brindándole calor y consuelo, pero llegado el amanecer los arrancaras de raíz dejando mi pobre corazón desfallecer lejos tuyo.
Con el ritual consumado, la reflexión me atrapa reposando cerca de una ventana. Nunca me encontraba solo más que acompañado por una candida brisa que sopla fresca a través mi mente llevándose toda preocupación lejos, pero tu siempre despiertas arrastrando contigo un viento salvaje que trae mis ideas nuevamente destruyendo mi cordura y alimentando el arrepentimiento.
Lunas han pasado atrapando mi alma en una prisión de hielo, el frió golpea mi piel sin piedad, resquebrajándola paulatinamente pero yo no me quiebro, no me rompo. Muerto por dentro no hay nada que me pueda causar aun mas dolor que el que arrastro, aunque talvez me equivoque. Mi espíritu desfallecería si alguna vez llegase a pensar en que no seré nunca mas digno de otro calido atardecer junto a tu fuego.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Crónicas de Viento y Sombra: Capitulo 7
El tiempo lo destruye todo, es mi única conclusión si comparo el ingenuo inicio de la historia con su siniestro desenlace. La medianoche se había presentado casi inocente a un convaleciente príncipe prometiéndole, tras demasiado tiempo, una pizca de esperanza; pero durante la posterior salida del astro las verdades se desenterraron tiñendo la fortaleza con el color de la tragedia.
Nadie lo sintió, ¿como podrían saberlo? los hilos solo se volvieron visibles cuando el reloj marcaba el fin de la inocencia, arrastrando así a sus protagonistas al abismo.
Fragmento encontrado entre las pertenencias del desaparecido Willburt Olfebris, 3 meses después del inicio de la guerra Arcadius/Esven
Silencio, un incomodo silencio se formaba cual densa niebla alrededor de ambos personajes. La habitación revuelta y vacía parecía demasiado grande para los dos, como si faltara vida en sus paredes, dentro de sus mentes costaba entender, pero no había otra conclusión, no había otra verdad; el príncipe escapó, y dada su condición actual no iba a durar muchos días sin su medicina. La única solución encontrarlo y cuanto antes, por su bien y el de la nación.
-“Dada la situación actual, no le será fácil escapar; con o sin ayuda. El concilio ha movido demasiados guardias y soldados para pasar desapercibidos; es un hecho que no podrá salir del castillo por el portón principal. Considerando eso seguramente deben tener algún tipo de plan…”- Pensaba para sus afuera Jedediah mientras Wilburt se enterraba mas en sus lamentos
-“Mi príncipe, mi pequeño príncipe… no puedo dejarte ir, por tu bien no puedes… ¡No debes!... “- Con un mirar decidido se acerco al caballero, tomando asi sus manos fuertemente -“Cuenta conmigo Señor Nigel, ¡haré todo cuando pueda y mas por traerlo nuevamente aquí!”
Jade lo observo por un instante, parecía la viva imagen de un nene inocente, un niño pelado, de brazos flacuchos y alargados pero un niño afín, y considerando la situación así fue como lo trato.
-“Ya pasará, todo saldrá bien”
El escenario había cambiado, ahora consejero y caballero se encontraban en la habitación de este ultimo revolviendo entre cajones y papeles
-“Juraría que lo vi por aquí… maldición, debería ser mas ordenado… ¡Aquí está!”- desplegando un viejo y gastado mapa sobre la mesita, recordaba que su padre le había entregado los planos del castillo hace un largo tiempo bajo la excusa “Por si las dudas”; nunca hasta ahora pensó que le seria útil en verdad.
El viejo papel revelaba redondeadas líneas sobre las torres, ángulos desafiantes sobre las esquinas, el castillo de Arcont era un baluarte inexpugnable, una gran fortaleza tanto estructural como funcional.
Los ojos de Jade bailaban de un lado al otro buscando un punto de escape, un error, la pregunta era “Si tuviera que huir con el heredero, ¿por donde lo haría?”. La respuesta llego luego de analizarlo una y mil veces, era la única solución posible.
- “La rejilla cerca del muro principal, al sur de la plaza. Se encuentra parcialmente oculta de los vigías por las barracas, es punto único donde solo se lo puede observar por un recodo en las murallas; además prepara una salida rápida a través del canal. Prepárate Wilburt, iremos allí”- pero el viejo no se movió, había algo que lo retenía en cuerpo y mente.
- “Un momento caballero Jade, seria imposible escapar por ese desagüe”- dijo de manera firme y segura -“Se ha sellado esa salida debido al flujo de agua y las grietas que se fueron generando durante el ultimo verano. Ha sido bloqueada tanto desde el interior como del exterior del castillo al comenzar la estación, es un error ir allí si me pide mi opinión”
Jade se detuvo en el acto volviendo a su lugar frente a la mesa, miro nuevamente el mapa por consiguiente observo el rostro del consejero, viejo y arrugado, talvez dentro de esa calva y blanca cabeza había algo útil después de todo; siguiendo su planteo anterior probó suerte
-“¿Como lo harías tu entonces?, ¿como te llevarías al heredero de una nación durante el tiempo que se mantiene un concilio?” Preguntó de manera algo burlona
esperando un “no se”, un “quien sabe”. Para su sorpresa obtuvo una mejor respuesta de la imaginada
“Mmm es bastante simple, utilizaría el truco de Ruicilda. La joven hada desprovista de poderes y confinada a una malvada torre, allí el gran cíclope Dulgor la obligaba a tejer día y noche lazos con los cuales atrapar su cena. Resulta que un día cansada de su ardua labor la prisionera juntó todos sus lazos para armar una soga tan larga que su extremo llegue al suelo”
- “Tu historia es demasiado fantasiosa para funcionar, solo un niño la tendría en cuenta…”
Súbitamente ambos se miraron con los ojos abiertos de par en par, estupefactos.
-“Esta historia que me has contado, sucede por casualidad…”
-“En el primer libro de la “Saga de Brhan, hijo de los dioses”. ¡El tomo faltante en la habitación del príncipe Eduard!”
-“¡Sígueme deprisa!”- y tomando así la mano de su compañero, ambos se echaron a correr por los pasillos del castillo
La brisa mecía los cabellos de Jarc quien asomando la cabeza por el ventanal de la torre imaginaba cuanto tardaría en encontrarse con el suelo si la idea de su compañero fallaba, ambos se hallaba en la torre mas alta del castillo donde uno de sus lados daba al exterior. Jarc se sentía realmente nervioso siendo así que no separaba la vista del príncipe Eduard quien a un costado separaba las diferentes prendas que cargaron desde la habitación, aquella que atadas podrán soportar el cuerpo de ambos y llevarlos a la libertad.
- “¿León, Realmente estas seguro que esto funcionara?”- pregunto el desconfiado moreno al ahora energético niño
- “Confía en mi, la clave esta en los detalles. La protagonista de esta fuga era una prisionera al igual que yo, la torre es descripta de manera muy similar a donde estamos ahora y la noche de su escape no había luna al igual que ahora. No pueden ser coincidencias…”
-“Salvando el pequeño detalle de que… ¡Este escape esta basado en un cuento de fantasía!”- exclamó Jarc ya algo alterado, había demasiado en contra y muy poco a favor
- “Esto no seria necesario si mi salvador en primer lugar hubiera venido con un buen plan de escape (mirándolo irónicamente), así que ayúdame si no quieres pasar el resto de tu vida atrapado en un calabozo mas alto que este”- con esa voz dulce y delicada que a veces podía ser clara e impetuosa, Eduard guió a Jarc en el trabajo como si lo hubiera realizado una y mil veces. Así continuaron hasta ser encontrados por los primeros rayos de la mañana cuando, para ese momento la improvisada soga estaba en condiciones de cumplir su cometido.
- “Es tiempo, debemos salir ahora antes de que el tímido reflejo en los cielos se vuelva una luz delatora. ¿Preparado pequeño?
- “¡Siempre!”
- “¡Alto ahí escoria, suelta al príncipe ahora mismo o juro que arrancare cada uno de tus miembros!”- gritó con orgullo Jedediah con una voz ronca y potente que marcaba claramente una promesa de dolor, se encontraba sobre el arco de la puerta impidiendo una posible huida, con su espada desenvainada y amenazante lista para la acción
Jarc se vio completamente sorprendido con la situación, lo habían descubierto y seguramente pronto llegarían mas refuerzos como el recién aparecido caballero, tanteo su cintura solo para darse cuenta que no llevaba su confiable arma. Pelear contra su enemigo de igual a igual no era una opción, así que tomo al pequeño príncipe del cuello y acerco una daga que sacó de su bota.
-“Sígueme el juego”- Susurro Jarc al oído del niño antes de gritarle Jade -“¡Sal de aquí, o juro que pintare las paredes con su sangre azul!”
El aire era tan denso que se podría haber cortado con un cuchillo, ninguno de los dos cedía un paso y el intercambio de palabras había cesado, esto continuo hasta que comenzó a escucharse el sonido de alguien corriendo por las escaleras cuesta arriba gritando
-“Su alteza, por favor. No escape de aquí, su estado de salud es muy grave y…”- Pafff!, Willburt se vio acallado tras chocar contra la espalda de Jade quien situado sobre la puerta abierta no se movió en absoluto, así el consejero conoció el suelo. Como un resorte se levantó y continúo con su habladuría.
-“Pequeño Eduard, por favor. No puedo dejarlo ir en su condición actual…”- pero se vio interrumpido
-“¿Eduard?, pero que demonios. Él es el príncipe León, heredero directo al trono…” dijo Jarc, claramente confundido
-“Es común que las mentes simples se sientan confundidas cuando la verdad se encuentra oculta entre sombras”- Aclaro un recién llegado, llevaba elegantes ropajes, junto con el cabello oscuro prolijamente peinado hacia atrás
-“Señor Albert Swiver, ¿que hace aquí?”- exclamo Jedediah reconociendo así al cuñado del Rey
-“Me encargo que la voluntad de su majestad se resuelva, demasiados peones en este juego pueden dificultar su debido desenlace…”
Mientras Albert hablaba de manera rebuscada y misteriosa, Jarc no perdía su tiempo
-“¡Entonces tu eres Eduard Albatros, me engañaste pequeño granuja! Yo vine a buscar a tu hermano”- susurraba furioso al oído del príncipe
-“¡No puedes culparme! Toda mi maldita vida me la pase en la cama padeciendo esta enfermedad, esperando el día cuando pueda alejarme de aquí y ver algo más que el patio del castillo. Luego llegas tú, como siempre te imagine, un valiente guerrero que me sacaría de esta prisión pero resulta que buscabas a León, mi hermano mayor. León, el favorito de Padre, el futuro y legitimo heredero, su hijo sano y atlético; el ya vivía la vida de un príncipe mientras yo yacía inmóvil en mi cama. ¡No es justo sabes!”- Y sin poder aguantar más las lágrimas comenzó a llorar.
-“… ASi es como por ordenes directas del Rey Mordath Albatros, Sir Jedediah Nigel, te ordeno que dejes escapar tanto al captor como al príncipe.”