Horas antes, en la habitación del príncipe Eduard...
-“Buenas noches valiente caballero, estoy listo para que me lleves lejos. Quiero conocer tu reino y mas allá”- manifestó el pequeño y pálido príncipe ante la entrada de un extraño visitante nocturno a su habitación.
Jarc había ingresado el día anterior al castillo aprovechando el concilio y la diversidad de personas dentro, con cautela pasó toda la tarde disfrazado de sirviente haciendo quehaceres y ya llegada la noche se escondió en uno de los varios toneles vacíos de vino hasta que finalmente cayó la madrugada. Llegado el momento avanzó con el mayor de los cuidados siguiendo el mapa hasta dar con la habitación indicada; parecía su día de suerte ya que no había nadie cuidando allí. Tomándose unos segundos para analizar la situación no pudo evitar hacer una regresión al mismo comienzo.
Todo empezó durante la muerte del Antiguo emperador de Esven, Jarc había vivido en el exilio durante mucho tiempo hasta finalmente recibir un mensaje que detallaba la gravedad de la salud del regente; sin pensarlo alisto su montura y cabalgó por días desafiando al calor y las más salvajes tormentas de arena hasta finalmente dar con la capital. Exhausto y cansado se dirigió a la fortaleza de Esven solo para ser informado que la vida de Grag II se había apagado. Reuniendo valor se acerco a los jardines para despedir a esa persona que fue no solo regente de su reino y hermano de su padre, sino también su mentor y amigo. Como era costumbre, el emperador conocía su inevitable situación y había designado a Jarc como el encargado de devolver sus cenizas a la arena como confiere la tradición; fue allí cuando se acerco a él su hermano, el general Draknar.
Hacia años que ambos no compartían una comida tranquila, sobretodo por sus diferencias pero bajo el lecho de la pena esa noche ambos cenaron en paz y hablaron extensamente hasta llegado el amanecer, Draknar antes de irse compartió con su hermano el último deseo del antiguo emperador dejando a Jarc sorprendido. Así fue como con el paso de los días bajo ese ideal forjaron un plan, una maniobra capaz de devolver a su nación lo que le correspondía por derecho y el imperio de Arcadius les había robado: “Las tierras verdes”
“Traer al sucesor de la corona, así finalmente podremos recuperar las tierras de nuestros ancestros” Había sido la osada maniobra que forjaron los dos hermanos y era lo que Jarc estaba a punto de hacer; comenzó a abrir delicadamente la puerta de la habitación hasta dejar un el espacio necesario para pasar su delgado cuerpo, en la oscuridad camino en el mayor de los silencio avanzando hasta la cama del príncipe, estaba a un paso de abalanzarse y tomar al niño cuando sorpresivamente percibió la voz del joven.
-“¿Mi valiente caballero, eres tu?
Confundido, el malhechor solo atino a agarrar la vaina de su espada cuando una pequeña luz comenzó a acrecentarse hasta casi cegarlo
-“Ya puedes abrir los ojos, me disculpo por lo de la lámpara pero me resultaba extremadamente incomodo hablar con alguien al que no veo el rostro”- dijo el niño con una delicada y débil vocecilla, Jarc abrió los ojos lentamente y se encontró frente a un pequeño de apenas unos 9 años sentado al costado de una amplia cama; su rostro era blanco como la misma nieve y su mirar tan frágil y efímero como la mas débil estrella de los cielos. La delicada imagen del niño llego a tocar una pequeña fibra en el corazón de Jarc quien no podía reaccionar en absoluto ante los inocentes ojos del príncipe.
-“¿Acaso me he equivocado? Me gustaría una respuesta, misterioso visitante nocturno, ¿Eres realmente a quien he esperado tanto tiempo?” siguió preguntando mientras acercaba la flama para examinar el rostro de su acompañante.
Jarc no podía pensar, se sentía presionado para responder algo, lo que sea con tal de salir de ese apuro así que guiado por un extraño impulso dijo:
-“Así es mi señor, el día finalmente ah llegado. Hoy mismo iniciara un largo y maravilloso viaje”. Talvez fue la apariencia extremadamente frágil del niño, la pureza que emanaban de sus pequeños ojos, o esa improvisada estupidez que siempre lo metía a Jarc en problemas; quien sabe, pese a eso él podría haber jurado que había algo casi sobrenatural en él príncipe que lo protegía de ser herido de alguna manera.
El niño reacciono con una inconfundible alegría ante estas palabras, dejando la lámpara a un costado se acerco al cada vez mas confundido hombre y lo miro de arriba a abajo.
-“Ciertamente no tienes mucha apariencia de caballero y menos de ser de aquí, no eres como te había imaginado pero siempre supe que mi salvador no seria de este país. ¿Cual es tu nombre valiente guerrero?”
-“Jarc, solo Jarc” ni tiempo tuvo para mentir, tenia una sensación de que le era imposible no seguirle el juego, pero almenos pudo ocultar su apellido.
-“Caballero Jarc de la familia Solo, tanto tu nombre como tu apellido son extraños, ¿Es común de donde vienes?” dijo mientras se disponía a caminar alrededor, parecía fascinado con su inesperada visita.
Sintiendo la necesidad de salir delencantamiento que lo acosaba, el entumecido hombre se acerco a la ventana abriéndola, la brisa otoñal se hizo presente acariciando delicadamente su rostro despejándolo completamente.- “¿Que demonios estuve haciendo? (pensó para si mismo) tranquilo, tranquilo. Esta bien si el niño cree que lo llevare, eso facilitara las cosas pero antes tengo asuntos que aclarar con él”
-“Mi nombre es Jarc Solo, el osado caballero. Hoy vengo a invitar al príncipe de Arcadius al más fascinante de los viajes, ¿Me acompañaras joven León?” preguntó pero extrañamente no obtuvo de inmediato la respuesta que esperaba, el rostro del niño miro para abajo casi nervioso como si algo fallara en esa propuesta,decepcionado, sin embargo antes que de que de que Jarc pudiera sospechar algo el joven respondió
“Si, valiente caballero. Yo, el príncipe León, te acompañaré”
Hoy nos encontramos aquí en esta pequeña sala, alumbrada por velas y rodeada de miles de botellas rescatadas de entre los 7 mares, cada una atesorando un cuento único. Por siglos, bajo la mirada de la luna y el abrigo del mar han sido celosamente guardados, tomados por perdidos y olvidados; pero a pesar de lo que se cree nunca vagaron sin rumbo ya que están atados por hilos invisibles que unen un gran hecho a buen oyente.Ahora estas aquí, déjame agasajarte con una historia, estas listo?
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Amigo..pensé en como comentar esta entrada y se me vino a la mente una sola palabra: Intenso!!!...así se siente el relato!!!me encantó...tengo que pegarle una nueva leía a ambos capítulos de nuevo mientras espero el siguiente ;)
ResponderEliminarSaludos
Lady Selunne